viernes, 20 de abril de 2018

Sexualidad de andar por casa

El otro día la escuela a la que van mis hijos organizaba un taller sobre sexualidad y afectividad para familias con hijas e hijos en ciclo superior. Yo no pude ir por razones laborales pero una mamá me contó que dicho taller había sido....este.... horrible. Me relató algunos detalles pero retuve especialmente uno que me impactó en grado sumo: la recomendación de que la práctica del sexo debía hacerse por amor.
En paralelo, una twittera, activista y columnista referente del feminismo -Barbijaputa- ha inaugurado un programa semanal de radio en el que atiende dudas, quejas, sugerencias y opiniones que respecto al feminismo se le ocurren a sus oyentes y "oyentas" (que le envían sus audios vía telegram o whats). Yo la sigo porque me divierte, porque la gente inteligente me gusta especialmente cuando es divertida. Cuanto más me hace reír, más inteligente la considero. Es un don que envidio y admiro.
Barbijaputa, no obstante, sabe ponerse seria, o indignada, cuando la ocasión lo requiere. No es de recibo bromear con cuestiones como el feminicidio o el acoso, pero sí lo es para poner en evidencia ciertos comentarios "machunos". Ella lo hace con perspicacia y coherencia.
Pues bien, una de esas "oyentas" le planteó el siguiente dilema: ¿qué hacer ante aquellos amantes que, después de decirte lo maravillosa que eres, desaparecían al cabo de dos o tres días si te he visto no me acuerdo? La pobre había decidido dejar de tener relaciones para no tener que soportar más chascos.
Barbijaputa le recordó los estragos que ha hecho el amor romántico y le recomendó (entre otras cosas) que echara de su cama al amante de turno después de la faena.
A mí, personalmente, escuchar eso en boca de una chica joven es constatar lo poco que hemos aprendido, el largo camino que aún tenemos que recorrer y como cada generación empieza a vivir de nuevo, sin que todo aquello que creíamos superado haya servido en realidad de nada. Hablar de sexo sigue siendo tabú y, muy especialmente en el caso de las mujeres, disfrutar del sexo por el sexo sigue siendo una anomalía. Y sí, yo también he oído que existen hoy en día adolescentes que practican el sexo con total desinhibición, atesorando un desorbitado número de parejas sexuales, inusual para su edad. Pero formas y modos de vivir el sexo hay muchas, y desengañémonos: deberíamos comenzar a admitir que nuestra naturaleza es polígama, no monógama, que aún no está bien visto que una mujer sea sexualmente muy activa (y si te he visto no me acuerdo) y que casi casi me atrevería a decir que aquello que confundimos por amor no es más que una fuerte atracción sexual, y que el amor es más bien una convención, un pacto, un acuerdo, una apuesta, una elección. Por eso me parece a mí (volviendo a los "sexólogos" del principio) que aquello del sexo por amor, o incluso el "hacer el amor", es más bien una fantasía. Si le amas y además le deseas pues "chapeau", pero eso, amiga, no dura toda la vida. Al sexo hay que reinventarlo y el amor es el poso que queda.
Barbijaputa, con su programa, me recuerda tanto tanto tanto (salvando por supuesto todas las distancias del mundo) a aquellos programas que oía mi madre (y yo con ella algunas veces, cuando era niña), el Consultorio de Elena Francis. Oírlo ahora me sonroja. Cualquier feminista lo haría, sonrojarse y asombrarse pero, ¿tanto hemos cambiado? Probablemente no.





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